INTERNACIONALES : BRETT SCHAEFER

Naciones Unidas, hoy: haciendo la vista gorda ante la corrupción

Un informe reciente de la agencia Associated Press motorizó preocupaciones frente a la Oficina de Servicios de Revisión Interna de Naciones Unidas...

16 de Enero de 2014
Un informe reciente de la agencia Associated Press motorizó preocupaciones frente a la Oficina de Servicios de Revisión Interna de Naciones Unidas (United Nations Office of Internal Oversight Services, en http://www.un.org/Depts/oios/). La labor de esta organización, en la teoría, equivale a la de una inspección general. Pero la historia revelada por AP arroja dudas de cara a la predisposición y capacidad de la OIOS para cumplir con sus funciones de revisión.
 
En resumen, la historia relata lo siguiente: el Tribunal de Disputas de Naciones Unidas reivindicado quejas de parte de dos arrepentidos de la OIOS. Se descubrió que Michael Dudley, director designado para la División de Investigaciones de la OIOS, había alterado o bien retenido evidencia sobre una investigación de médicos de la ONU comprometidos en el uso y distribución irregulares de narcóticos. Como complemento a su ataque contra los informantes de la OIOS que elevaron dudas sobre la materia, Dudley incluso "amenazó con denunciar a Inga-Britt Ahlenius [entonces jefe de la OIOS]... por incompetencia, a menos que la jefe aceptasa 'protegerlo'".
 
A los informantes de la OIOS les fue garantizada una compensación. Pero Dudley, un ciudadano estadounidense, aún se desempeña en el órgano y -de acuerdo a la agencia AP- no ha sido castigado.
 
Sin embargo, los problemas trascienden a la historia de un funcionario sin ética que logra impunidad. La historia expone que la OIOS ha descartado una función primordial en el ámbito de sus responsabilidades. Específicamente, el órgano ha fallado a la hora de investigar activamente casos de corrupción durante los últimos cinco años. De acuerdo a Associated Press, "una revisión de informes remitida por la OIOS a la Asamblea General a mediados de 2013 demuestra que las funciones de supervisión de la ONU aún no han completado ni siquiera un solo caso notable de corrupción desde que el Grupo de Contrataciones (Procurement Task Force) fuera disuelto en diciembre de 2008.
 
A lo largo de su breve existencia (de enero de 2006 a diciembre de 2008), aquel grupo independiente cosechó una efectividad increíble. Reveló casos de fraude y malversación en las contrataciones de Naciones Unidas y otras actividades que involucraban contratos por cifras superiores a los US$630 millones. La evidencia desenterrada por el Grupo de Contrataciones condujo a descubrimientos relativos a casos de conductas inapropiadas contra diecisiete funcionarios de ONU y al procesamiento de un funcionario veterano del organismo internacional. En cercanías de su eliminación en diciembre de 2008, el Grupo emitió cuatro informes de significativa corrupción que involucraban a veinte esquemas confirmados de corruptela.
 
La Asamblea General de Naciones Unidas rehusó extender el mandato del Grupo de Contrataciones hacia después de 2008, ante el reclamo de las delegaciones de Rusia y Singapur, cuyos connacionales habían sido señalados por malversación y corrupción por parte de la unidad investigativa. El informe de la agencia Associated Press reveló lo erróneo de la decisión. A criterio de proteger los miles de millones de dólares aportados por los contribuyentes en los Estados Unidos a Turtle Bay cada año, la delegación estadounidense debería consistir en revivir al equipo investigativo de Naciones Unidas, reacondicionando a la OIOS, o proceder por ambas vías.


Traducción al español: Matías E. Ruiz | Artículo original en inglés, en http://blog.heritage.org/2014/01/16/todays-un-blind-eye-corruption/
 
 
Sobre Brett Schaefer

Es analista de temas internacionales en la Fundación Heritage, en Washington, D.C. Schaefer se dedica al análisis extensivo de una serie de temáticas de política exterior, con foco en los programas de Naciones Unidas sobre afiliación y fondos. Con frecuencia, se presenta en medios de comunicación estadounidenses para comentar sobre el accionar y las actividades de la ONU. Sus trabajos también son publicados en el sitio web estadounidense The Daily Signal.