INTERNACIONALES : JAMES PHILLIPS

Al-Qaeda, a la búsqueda de reclutas estadounidenses en Siria

Las fuerzas de al-Qaeda en Siria se muestran buscando activamente reclutas entre ciudadanos estadounidenses que se han trasladado a ese país...

11 de Enero de 2014
Las fuerzas de al-Qaeda en Siria se muestran buscando activamente reclutas entre ciudadanos estadounidenses que se han trasladado a ese país, ya sea para pelear contra las fuerzas de oposición o para asistirlas. Así reza la información citada por funcionarios del gobierno de los Estados Unidos en el matutino The New York Times.
 
Al menos setenta ciudadanos estadounidenses se han trasladado a Siria, y la mayoría de ellos aún se encuentra allí, conforme lo expusieron recientemente funcionarios de Inteligencia norteamericanos, preocupados ante la posibilidad de que estas personas se radicalicen y sean reclutados por al-Qaeda, con el objetivo de ejecutar ataques terroristas al regresar a suelo estadounidense.
 
Estos ciudadanos son parte de un largo contingente de hasta once mil luchadores extranjeros que han emigrado a territorio sirio. La mayoría son árabes que consideran que la guerra contra el régimen secular y dominado por los alawitas de Basher al-Assad es una guerra sancionada como religiosa -una yihad, guerra santa-. Muchos provienen de Arabia Saudita, Libia y Túnez. Se estima que más de 1.200 europeos de origen musulmán también se han unido al conflicto.
 
Al menos una ciudadana estadounidense -Nicole Lynn Mansfield, de Michigan, reconvertida al islamismo- ha sido asesinada en Siria. Un hombre de Carolina del Norte, Basit Javed Sheikh, fue acusado el pasado noviembre de intentar proveer apoyo material para el Frente al-Nusra, una de las dos organizaciones afiliadas a al-Qaeda que operan en suelo sirio.
 
Eric Harroun, un veterano del ejército estadounidense, fue arrestado el pasado año por viajar a Siria para pelear junto al Frente al-Nusra. Otro ciudadano americano no identificado (oriundo de Chicago) también ha salido a la luz en Twitter y Facebook, conforme se reportara que viajó a Siria y se unió a otra franquicia de al-Qaeda que opera allí, el Estado Islámico de Irak y Siria (ISIS).
 
Esta organización es un desprendimiento de al-Qaeda en Irak, y amenazó con lanzar ataques terroristas "al corazón" de Estados Unidos, en julio de 2012.
 
El gobierno de EE.UU. también se muestra preocupado respecto de los estadounidenses radicalizados en Siria, por cuanto un patrón detectado en ocasión de ataques terroristas previos lanzados por militantes islamistas que se encontraban involucrados en conflictos similares. La guerra en Afganistán ha servido para radicalizar a una generación de luchadores de nacionalidad extranjera que regresaron a casa desde países del Medio Oriente y se convirtieron en la vanguardia de organizaciones revolucionarias de objetivación terrorista, incluyendo al-Qaeda.
 
La guerra civil de largo plazo en Somalia ha radicalizado a algunos ciudadanos somalíes-estadounidenses, dando a luz al primer terrorista suicida americano, que falleció en 2001 en un ataque terrorista en aquella nación africana.
 
Uno de los hermanos Tsarnaev, que planearon el ataque con explosivos en la Maratón de Boston durante abril de 2013, se trasladó primeramente hacia la región rusa del Daguestán, sitio de una recurrente insurgencia islamista, en donde pudo haber tomado contacto con extremistas islámicos.
 
Claramente, la radicalización y posterior explotación de ciudadanos estadounidenses por parte de organizaciones terroristas islamistas representa una amenaza directa contra la seguridad interior de los Estados Unidos. El Director del FBI, James Comey, ha subrayado el compromiso de la Oficina Federal de Investigaciones en lo que hace operaciones de contraterrorismo y, hace cuestión de horas, expresó que el organismo ha comenzado a cotejar los traslados de individuos entre EE.UU. y Siria, como una de las prioridades más importantes en el esfuerzo antiterrorista.
 
El FBI se ha anotado algunos éxitos en lo que respecta a la prevención del terrorismo doméstico, conforme se ha visto en ocasión de la reciente neutralización del complot terrorista en el aeropuerto de Wichita (Kansas). Pero aún existe preocupación frente a la amenaza creciente representada por la radicalización de corte islamista.
 
Conforme la violencia escala en Siria y las fuerzas de al-Qaeda infiltran la región, la Administración Obama debería recurrir a una estrategia clara y coherente para, de manera efectiva, enfrentar el creciente problema de la radicalización islamista y el terrorismo doméstico.


* Artículo escrito en colaboración con Cassandra Luccaccioni.

Traducción al español: Matías E. Ruiz | Artículo original en inglés, en http://blog.heritage.org/2014/01/10/al-qaeda-seeks-american-recruits-syria/
 
 
Sobre James Phillips

Analista senior en el Centro Douglas y Sarah Allison para Estudios de Política Exterior en la Fundación Heritage. Ha desarrollado numerosos trabajos sobre asuntos relativos al Medio Oriente y sobre terrorismo internacional desde 1978. Es columnista en medios televisivos norteamericanos y ha testificado en comités del congreso estadounidense en relación a temáticas de seguridad internacional.