ESTADOS UNIDOS: MICAH MCKINNIS

Las "estaciones de espionaje" rusas: ¿problema para la seguridad?

Funcionarios del Pentágono y de la CIA han expresado su preocupación frente a los esfuerzos rusos para posicionar sistemas de monitoreo...

17 de Diciembre de 2013
Funcionarios del Pentágono y de la CIA han expresado su preocupación frente a los esfuerzos rusos para posicionar sistemas de monitoreo a lo largo del continente americano, conforme éstos representan una amenaza directa contra la seguridad nacional estadounidense. Así se desprende de un reciente informe. 
 
El sistema ruso, conocido como Sistema de Satélites para Navegación Global (GLONASS) es hoy la única alternativa que rivaliza con el ampliamente utilizado sistema estadounidense GPS. GLONASS dio inicio a su producción antes del colapso de la ex Unión Soviética, pero alcanzó estado operacional hace poco tiempo.
 
Para que el sistema de origen ruso pueda competir con su par estadounidense GPS, sin embargo, Moscú necesita construir estaciones de monitoreo adicionales a lo largo del glob. Estas estaciones, aunque pequeñas y aparentemente insignificantes, "rastrean a los satélites de la red GPS, monitorean sus transmisiones, realizan análisis y envían comandos e información a la constelación".
 
En definitiva, mientras más estaciones de monitoreo puedan situarse alrededor del planeta, las señales satelitales se vuelven más precisas y confiables.
 
Por ejemplo, los Estados Unidos disponen de dieciséis (16) sitios de monitoreo alrededor del mundo, incluyendo estaciones en Corea del Sur, la Argentina y Bahrein. En contraste, la Federación Rusa ha instalado su primer estación de monitoreo GLONASS fuera del territorio ruso, en Brasilia, capital del Brasil, en febrero de 2013.
 
Rusia ha venido ejerciendo una poderosa presión sobre otros países para lograr acceso. Actualmente, Moscú se encuentra discutiendo la instalación de estaciones de monitoreo GLONASS en numerosas naciones, incluyendo España, la India y Australia. Como parte de esa expansión, funcionarios rusos también hacen lobby para monitorear las estaciones de transmisión estadounidenses. Y ahí es cuando los problemas comienzan.
 
Aún cuando las estaciones de monitoreo comportan funciones legítimas, cada instalación rusa podría ser utilizada, potencialmente, para propósitos viles -como ser, espiar a los EE.UU. Esta preocupación ha empujado a funcionarios de inteligencia estadounidenses a advertir frente a cualquier acuerdo que Moscú pueda firmar rápidamente con otros países, dado el extenso historial del espionaje ruso. Como dato de interés, Rusia no ha permitido a Estados Unidos construir estaciones de monitoreo satelital GPS en ese país, argumentando razones de competencia de mercado y preocupaciones relativas a la seguridad.
 
De hecho, y a la luz de la preeminencia actual del sistema GPS dentro de Rusia, el designado primer ministro de la Federación Dmitry Rogozin dio inicio a la investigación de "posibles equipos [de monitoreo GPS] en nuestro país", y busca hallar "dónde éstos han sido instalados, cuántas estaciones existen y quién lleva a cabo el mantenimiento de la tecnología y su eficiencia". Esta investigación subraya la actitud displicente hacia competidores foráneos que amenacen su floreciente sistema satelital.
 
Aún sin disponer acceso a inteligencia clasificada sobre peligros potenciales de espionaje, queda claro que las instalaciones de monitoreo GLONASS dejan a Estados Unidos en desventaja competitiva -especialmente en lo que hace a la reciprocidad con Moscú.
 
Pero el Departamento de Estado americano no lo ve así. Desde su perspectiva, permitir estaciones de monitoreo ruso del tipo GLONASS en suelo estadounidense, sería recomendable y ayudaría a restaurar las relaciones del país con Moscú, que se han visto congeladas desde que colapsara la política de "reseteo" (reinicio de relaciones con la Federación) de la Administración Obama.
 
No obstante, intentos prematuros para reconciliar las relaciones diplomáticas jamás deberían permitirse, si ello conllevara dejar de lado las preocupaciones de EE.UU. en materia de seguridad.
 
En lugar de eso, las agencias gubernamentales norteamericanas -incluyéndose a la comunidad de inteligencia y al Pentágono- deberían revisar profundamente las amenazas potenciales a la seguridad nacional que pudieren surgir de GLONASS, antes de permitir que estaciones que operen bajo el sistema ruso se construyan dentro de las fronteras de EE.UU. El escepticismo es una garantía, conforme la Federación Rusa ya ha probado no ser confiable en asuntos de seguridad.
 
Adicionalmente -y bajo el principio de reciprocidad-, si Estados Unidos eventualmente decide permitir la instalación de estaciones GLONASS dentro de sus fronteras, debería hacerlo bajo la condición de que una cantidad idéntica de estaciones de monitoreo GPS puedan instalarse en Rusia, asegurando la continuidad de sus ventajas estratégicas.


* Traducción al español: Matías E. Ruiz | Artículo original en inglés: http://blog.heritage.org/2013/12/16/russian-spy-stations-clear-present-danger/
 
 
Sobre Micah McKinnis

Participa actualmente como miembro del Programa de Jóvenes Líderes en la Fundación Heritage. Más información sobre el Programa, en este enlace.