INTERNACIONALES: JAMES PHILLIPS

Acuerdo nuclear con Irán: preguntas y respuestas

El reciente convenio nuclear de occidente con Teherán, ¿demasiado permisivo?

28 de Noviembre de 2013
¿Detendrá el acuerdo temporal el plan de armas nucleares de Irán?
 
El acuerdo podrá, marginalmente, ralentizar, pero no detener los esfuerzos de la República Islámica. El convenio ha sido descripto erróneamente como un "congelamiento", pero muchos de los elementos del programa nuclear de Teherán continuarán. A Irán se le permite enriquecer uranio, a pesar de que ello viola explícitamente las resoluciones del Consejo de Seguridad de Naciones Unidas. El régimen iraní se comprometió a detener el enriquecimiento de uranio por encima del 5%, apropiado para dotar de energía a sus reactores.
Pero el acuerdo no hace mucho por reducir las disponibilidades de uranio enriquecido a bajos niveles en Irán, destinado ostensiblemente a su planta nuclear de Bushehr, a pesar de que el reactor continuará siendo alimentado por la Federación Rusa durante, al menos, cinco años.


¿Qué es lo inapropiado de recurrir a este acuerdo como primer paso?

El actual es un acuerdo fallido que arriesga la reducción de presiones sobre Irán en forma de sanciones, durante los próximos seis meses, a cambio de recibir compromisos fácilmente reversibles por parte del régimen; algunos de ellos, precisamente, fueron firmados por Teherán previamente, para luego ser abandonados. El actual convenio nuclear exige que Irán deje de lado algunas, pero no todas, sus actividades nucleares, contra la recepción por parte del país de un alivio de US$7 mil millones en sanciones durante los próximos seis meses. El problema es que la reducción de sanciones convertirá al objetivo final en algo más difícil de lograr. Para forzar a Teherán a realizar concesiones más profundas en un acuerdo final, se necesitan más sanciones. Pero este acuerdo compromete a la Administración Obama a abstenerse de imponer nuevas sanciones durante el próximo semestre.
El acuerdo incluso reconoce implicitamente el "derecho" de Irán a enriquecer uranio, estipulando que el convenio final "involucrará un programa de enriquecimiento definido de forma mutua". Factor que abandona las demandas en pos de una suspensión del enriquecimiento de uranio, surgido de múltiples resoluciones del Consejo de Seguridad de la ONU. El acuerdo recientemente firmado tampoco alcanza aspectos relacionados con la investigación y desarrollo en materia de armamento por parte de Irán -como, por ejemplo, su programa de misiles balísticos-; programas que continuarán con su avance.


¿Cuál es la postura del resto de los países de la región?
 
Aliados clave de los Estados Unidos de América, específicamente Israel y Arabia Saudita, se han quejado públicamente frente al enfoque negociador de la Administración Obama, antes de que el acuerdo temporario se conociese. Después de que los términos del convenio fueran anunciados el sábado, el primer ministro israelí Benjamin Netanyahu denunció al acuerdo por tratarse de un "error histórico", y advirtió que su país conserva "el derecho y el deber de defenderse por sí mismo".
Esta es una señal al respecto de que el Estado de Israel podría tomar acciones preventivas para protegerse de la amenaza nuclear iraní en el futuro. Arabia Saudita y los reinos petroleros mantienen su preocupación frente al hecho de que el acuerdo no detendrá las ambiciones nucleares de Teherán, dejándolos más vulnerables frente a la coerción iraní, especialmente si la Administración Obama se desentiende de los asuntos del Medio Oriente y, como se propone en Washington, pasa a "reorientarse" hacia Asia. Estos temores podrían conducir a los sauditas y a otros Estados a sentirse amenazados por Irán, y a perseguir la obtención de capacidad nuclear propia, lo cual terminará convirtiendo al Medio Oriente en una región más volátil y, por ende, más peligrosa.


¿Cuáles son los logros reales del actual acuerdo nuclear con Irán?

De forma temporaria, el convenio prohíbe a Irán enriquecer uranio más allá del umbral del 5%, y exige que Teherán reduzca sus existencias de uranio enriquecido al 20%, convirtiéndolas en formas que tornen más complejo cualquier enriquecimiento futuro. El acuerdo también exige que Teherán acepte más inspecciones intrusivas de sus instalaciones nucleares, y que congele las obras en el reactor de agua pesada de Arak, que dará a Irán una ruta alternativa de plutonio para un arma nuclear, si el reactor se volviese operacional.
Estos son pasos tomados en el camino correcto que pueden ayudar a limitar la velocidad del progreso iraní en materia de armas nucleares, pero no va más allá, conforme las exigencias son fácilmente reversibles. Las preguntas más complejas son, bajo este acuerdo, pospuestas, hasta la etapa final de negociaciones.


¿Qué sucederá después?

La República Islámica de Irán y el Grupo de los Cinco + 1 (los cinco miembros permanentes del Consejo de Seguridad de Naciones Unidas, junto a Alemania) comenzarán a agotar las negociaciones bajo un acuerdo extensivo que -se supone- se completará dentro de los próximos seis meses. Pero es difícil que se alcance la línea definitiva: Irán se muestra determinado a preservar su opción nuclear y es muy probable que rechace las concesiones más duras, necesarias para alcanzar ese final.

El presidente iraní, Hassan Rouhani, ya ha declarado que el acuerdo reconoce el "derecho" de su país a enriquecer uranio. Lo cual sienta las bases para que Teherán se retire del acuerdo si se siente presionado en el futuro, bajo el argumento de que occidente no cumple con sus compromisos. Como ha sucedido en ocasión de negociaciones previas con la República Islámica, este acuerdo temporario podría, eventualmente, convertirse en un callejón sin salida.


 

 

* Traducción al español: Matías E. Ruiz | Artículo original en inglés, en http://blog.heritage.org/2013/11/26/q-iran-nuclear-deal/
 
 
James Phillips | Heritage Libertad, The Heritage Foundation
Sobre James Phillips

Analista senior en el Centro Douglas y Sarah Allison para Estudios de Política Exterior en la Fundación Heritage. Ha desarrollado numerosos trabajos sobre asuntos relativos al Medio Oriente y sobre terrorismo internacional desde 1978. Es columnista en medios televisivos norteamericanos y ha testificado en comités del congreso estadounidense en relación a temáticas de seguridad internacional.