ECONOMIA INTERNACIONAL: MACARIO SCHETTINO

Sobre las reformas en la República Popular China

Cuando lea Usted estas líneas, el tercer pleno del XVIII Congreso del Partido Comunista Chino estará llegando a término.

14 de Noviembre de 2013
Macario Schettino es profesor de la División de Humanidades y Ciencias Sociales del Tecnológico de Monterrey, en la ciudad de México y colaborador editorial y financiero de El Universal (México).
 
Cuando lea Usted estas líneas, el tercer plenario del XVIII Congreso del Partido Comunista Chino estará llegando a término. Es el momento en el que, en el pasado, se han anunciado las medidas transformadoras en China.
 
El Partido Comunista Chino, que es indistinguible del gobierno, tiene su congreso cada cinco años, y le siguen al evento los plenos en los que se reúne la cúpula dirigente; se trata de un par de centenares de personas que deciden lo que ocurrirá con uno de cada seis seres humanos en el mundo, directamente, y ahora, indirectamente, con buena parte del resto. 
 
En el primer cónclave después de la muerte de Mao, en 1977, Deng recuperó sus posiciones previas (ya para entonces se habían despachado a la Banda de los Cuatro). En el tercer pleno de este XI Congreso, Deng inició el proceso de cambio “de la ideología a la economía” como dice ahora Xinhua, la agencia de información del gobierno chino. En aquel entonces, Deng no tenía un puesto relevante, aunque era quien mandaba, por encima de Hua Guofeng, considerado heredero de Mao.
 
En el XIV Congreso de 1992, tuvo lugar el cambio generacional importante, y Jiang Zemin se convirtió en el emperador chino (hace tiempo, le comentaba acá que la mejor forma de entender lo que pasa en China es imaginar que ésta es la Dinastía Popular, con una secuencia de emperadores. Los artículos recopilados en http://www.macario.mx/). En el tercer plenario de ese Congreso, Jiang incrementó la importancia del mercado en las decisiones económicas, especialmente en las empresas del Estado.
 
Diez años después, en el XVI Congreso, se eligió como presidente a Hu Jintao, quien no logró, en el tercer plenario de 2003, realizar cambios importantes. Al final de su período, fue cuando Hu, y su vicepresidente Wen Jiabao, lograron articular una explicación de las dificultades de China alrededor de la idea de los desbalances.
 
Hace un año, en 2013, en el XVIII Congreso, Xi Jinping, acompañado de Li Keqiang, llegó al poder en la República Popular. Hay que notar que nadie, desde los tiempos de Mao, había logrado acumular tanto poder como el que tiene ahora Xi, que es simultáneamente presidente de China, Secretario General del PC Chino y presidente de la comisión militar. Ahora, en este tercer pleno que terminó ayer, se espera que defina con claridad cuál será la dirección de China para los próximos diez años, durante los cuales él gobernará.
 
Las reuniones del tercer pleno tienen lugar a puertas cerradas, y la única información que se tiene es la que divulga Xinhua. Permítame presentarle fragmentos de dos textos publicados el lunes por esta agencia.
 
“No hay declaraciones oficiales, pero leyendo entre líneas, la política reciente y las propuestas de reforma cubrirán la economía socialista de mercado, democracia, desarrollo cultural, armonía social y asuntos ecológicos. La reforma y apertura iniciada por Deng Xiaoping en 1978 salvó a la economía China del colapso y la depositó en la trayectoria de rápido crecimiento, y China es ahora la segunda economía más grande del mundo.
 
“Hace 35 años, cuando el PC Chino cambió su enfoque de la ideología a la economía, la batalla más dura se dio contra los dogmáticos del comunismo. Hoy, los reformadores enfrentan resistencia de los grupos de interés que se han beneficiado ya sea de las reformas o de lo no reformado. No existe una reforma fácil, sin costos. Por otra parte, reformar significa sobrevivir y prosperar. El PC Chino debe tomar las decisiones correctas y probar que es responsable y con visión de largo plazo”.
 
¿Le suena? Específicamente, en otro texto aparecido el lunes en Xinhua, se lee lo siguiente:
 
“Grandes pasos para reformar las empresas de propiedad estatal (EPE) se tomarán después del cuarto día del tercer pleno del XVIII Congreso del PC Chino, que empezó el sábado", dijo Huang Shuhe, vicepresidente de la ‘Assets Supervision and Administration Commission’. Para pavimentar el camino de los cambios, los funcionarios de la comisión e inversionistas serán bienvenidos en la adquisición de mayores participaciones en las EPEs, de forma que puedan influir en la toma de decisiones.
 
Existen 112 EPEs bajo la supervisión directa de la comisión. "Los inversionistas privados pueden establecer fondos privados para tomar 10 o 15% del capital de una EPE", dijo Bai Yingzi, director de la división de reformas de la comisión. La reestructuración y mejoramiento de las EPEs está en una etapa crucial, y Huang dijo que "la diversificación de la propiedad en una alta prioridad que beneficiará el desarrollo sustentable de la economía China”.
 
En 2001, el ingreso de China a la Organización Mundial de Comercio terminó con la etapa de crecimiento económico en México iniciada con el TLCAN. Durante la década siguiente, no pudimos avanzar, bloqueados en nuestro mercado principal por la participación creciente de China. Con la Gran Recesión, las cosas se han modificado. Ahora, China está decidiendo cómo se reforma para enfrentar esta nueva etapa, post Gran Recesión. Hoy mismo, es posible que la privatización parcial sea ya un hecho. La República Popular se reforma frente a la amenaza, tomando decisiones que México no puede tomar frente a la oportunidad.
 
China se transforma para encontrar un espacio de crecimiento, y lo hace a pesar de los costos que eso implica. Nosotros tenemos una ventana abierta que hace una década no lo estaba. Mereceremos nuestro destino si dejamos ir esta pequeña ventana que se nos ha abierto.

 
El presente artículo fue publicado originalmente en El Universal (México) el 12 de noviembre de 2013.
 
 
Macario Schettino | The Cato Institute, sitio web en español