INTERNACIONALES: BRIAN SLATTERY

Los objetivos de Barack Obama en Siria continúan siendo poco claros

Las "líneas rojas" solo funcionan cuando certifican su condición de tales. Esta es una de las lecciones sobre política exterior que el presidente estadounidense Barack Obama parece no haber aprendido.

06 de Septiembre de 2013
Las "líneas rojas" solo funcionan cuando certifican su condición de tales. Esta es una de las lecciones sobre política exterior que el presidente estadounidense Barack Obama parece no haber aprendido.
 
El jefe de estado americano aún debe redefinir en qué consiste su "línea roja" sobre el empleo de armas químicas en Siria, y no ha compartido un plan claro para el involucramiento de Estados Unidos en el conflicto. Haber consultado con el congreso antes de haber lanzado aquella expresión hubiera representado un curso de acción potable. EE.UU. ahora se enfrenta a una pérdida de credibilidad, en el caso en que Obama actúe alejado del ultimátum que lanzara.
 
Luego de que el Comité de Relaciones Exteriores del senado aprobara la autorización para el uso de la fuerza -por escaso margen-, el presidente estadounidense podría considerar que la "línea roja" que el agitó desde hace meses se ha reivindicado. De todas maneras, ni el primer mandatario ni sus funcionarios de primera línea han indicado qué pretenden lograr atacando a Siria.
 
En tanto buscar aprobación del parlamento para cualquier involucramiento representa una medida en la dirección correcta, numerosas cuestiones relativas a seguridad y estrategia continúan sin respuesta. James Carafano, vicepresidente de estudios de políticas de Defensa y Política Exterior, examina un número de lecciones dejadas de lado por Obama, relativas a esta decisión.
 
Una de aquellas cuestiones proviene desde tiempos de la Administración Bush: "La victoria tiene muchos padres, pero la derrota es huérfana". La decisión de recurrir a la carta militar en Irak y Afganistán fue ampliamente aprobada por el congreso, Naciones Unidas, y el público. Una vez que Estados Unidos comenzó a involucrarse más profundamente en esos conflictos y las bajas se multiplicaron, ese apoyo demostró su importancia.
 
La lección final apuntada por el Dr. Carafano remite a la expresión "Piense antes de actuar". James Phillips, analista senior de la Fundación Heritage para asuntos del Medio Oriente, argumenta que "la fuerza militar es un instrumento duro a la hora de enviar señales. Esas señales pueden no acarrear consecuencias deseadas. Si al-Assad las descarta y continúa con sus asesinatos a escala masiva, entonces la Administración estadounidense se vería inefectiva e irresoluta". Si Obama ordena el uso de la fuerza en Siria, ¿cuenta con un objetivo? ¿Cómo piensa alcanzarlo? Sin proveer respuestas a estas preguntas, él no se encuentra en posición real de justificar un involucramiento de carácter militar.
 
Al momento de discutir el empleo de armas químicas en Siria el pasado sábado, el presidente Barack Obama declaró: "Este ataque es un ataque contra la dignidad humana. También presenta un serio peligro para nuestra seguridad nacional". Mientras que muy pocos podrían argüir que el uso de arsenales químicos es cuestionable desde lo moral, el jefe de estado americano no ha articulado qué representa ese ataque para la seguridad nacional de Estados Unidos.
 
En ocasión de la audiencia relativa al uso de la fuerza en Siria, celebrada a mediados de esta semana en el Comité de Relaciones Exteriores del senado, el secretario de Estado John Kerry no ilustró el carácter específico de la amenaza para los intereses de seguridad nacional estadounidense. El secretario de Defensa Chuck Hagel no clarificó cuáles serían los objetivos estratégicos a la hora de proceder a un ataque. El jefe del Estado Mayor, General Martin Dempsey, no respondió adecuadamente cómo es que las cosas han cambiado desde sus advertencias previas respecto del uso de fuerza militar en Siria. Quizás, el presidente debería reflexionar sobre el hecho de que sus funcionarios de Defensa y Relaciones exteriores simplemente no pueden articular qué debería lograrse con una intervención militar. 
 
Al momento de concluir sus afirmaciones, el presidente Obama expuso: "Estoy pidiéndole al congreso que envíe un mensaje al mundo, sobre que nos encontramos listos para ir hacia adelante, juntos, como una nación". A pesar de ello, la autorización parlamentaria, por sí sola, no justifica el uso de la fuerza en Siria, ni en ninguna otra parte. El poderío militar estadounidense no debería ser usado sin antes comprender y articular los beneficios de tales acciones para los intereses de seguridad de Norteamérica.


* Traducción al español: Matías E. Ruiz | Artículo original en: http://blog.heritage.org/2013/09/04/obamas-goals-in-syria-remain-unclear/
 
Brian Slattery | Heritage Libertad, The Heritage Foundation