INTERNACIONALES: DALIBOR ROHAC

La Primavera Arabe necesita libertad económica

Para la mayoría de los egipcios, la revolución que removió a Hosni Mubarak fue motivada tanto por la pobreza como por la falta de oportunidades económicas...

31 de Julio de 2013
Dalibor Rohac es analista de políticas públicas del Cato Institute.
 
Para la mayoría de los egipcios, la revolución que removió a Hosni Mubarak fue motivada tanto por la pobreza como por la falta de oportunidades económicas, así como también lo fue por la furia frente a un gobierno autoritario que no rendía cuentas. Desafortunadamente, el gobierno recientemente elegido de ese país, bajo el presidente Mohamed Morsi, fracasó en controlar el gasto derrochador, la regulación excesiva, o el hambre omnipresente del Estado por más fondos. En los meses antes del reciente golpe militar, el país había registrado las tasas de crecimiento más bajas en dos décadas, un creciente desempleo y un sofocante déficit en el presupuesto. 
 
Dicho esto, llama la atención que entre políticos y expertos en el Oriente Medio, los asuntos económicos parecen estar en un segundo plano, eclipsados por preocupaciones acerca del futuro político de la región. En El Cairo y en Washington, gran parte de la atención está destinada a las esotéricas pugnas de poder, lealtades e ideologías que animan la vida política árabe. Puede ser que sea el momento de aceptar que probablemente pasarán años antes de que surjan instituciones democráticas al estilo occidental en los países árabes. Mientras tanto, sin embargo, las reformas económicas radicales podrían aportar mucho para mejorar la vida de los árabes comunes y corrientes —y fijar las bases para la estabilidad política.
 
Luego de Africa subsahariana, Oriente Medio es la región que más rápido crece en el mundo. Aunque las tasas de fertilidad ahora están cayendo, el número de personas jóvenes que ingresan al mercado laboral en los países árabes está aumentando rápidamente y continuará haciéndolo por lo menos durante una década más. A menos que encuentren empleos, logren empezar negocios y proveer para sus familias, Oriente Medio tendrá que prepararse para un periodo prolongado de inestabilidad.
 
El desempleo juvenil a lo largo de la región está consistentemente por encima de 20 por ciento —y muchos más están fuera del mercado laboral, lo cual no es representado en las estadísticas de desempleo. En la región, contrario a lo que sostiene la sabiduría convencional, la educación muchas veces empeora el problema. En Marruecos, por ejemplo, aquellos con el nivel más alto de educación se enfrentan a una tasa de desempleo del 19.4 por ciento, comparado con solo un 4 por ciento para los individuos que no poseen un título.
 
La falta de libertad económica es el factor más importante detrás de la creación de empleos y del crecimiento económico en la región. Según el Banco Mundial, para registrar un derecho de propiedad sobre un bien inmueble en Argelia se requieren diez procedimientos, 63 días y 7,1 por ciento del valor de la propiedad. Se requieren 29 pagos y 451 horas para preparar, declarar y pagar el impuesto sobre la renta en Argelia —el cual impone una tasa efectiva promedio de 72 por ciento sobre las ganancias corporativas. En Egipto, la situación es mejor, pero no por mucho: Los emprendedores acaban pagando 42,6 por ciento de sus ganancias totales al Estado, luego de realizar 29 pagos de impuestos cada año y de gastar 392 horas preparándolos, declarándolos y pagándolos.
 
Durante los últimos dos años, a pesar de las revoluciones políticas en la región, los gobiernos árabes han hecho poco para liberar económicamente a sus ciudadanos. Si algo ha sucedido es que la situación se ha empeorado en algunos lugares con nuevas demandas populistas a los gobiernos, las cuales han causado un crecimiento insostenible del gasto en subsidios y empleos en el sector público. Como resultado de esto, por ejemplo, el déficit fiscal de Egipto para 2013 es actualmente de 15 por ciento del PIB y su deuda pública está muy por encima de 80 por ciento del PIB.
 
Los problemas fiscales de Egipto son en gran medida causados por el costo de los subsidios para una variedad de productos para el consumidor, que incluyen desde el pan hasta la gasolina, el diesel, y el gas licuado de petróleo que es utilizado para cocinar. Un tercio del presupuesto del país es gastado en subsidios, los cuales benefician de manera desproporcionada a empresas grandes y a los segmentos más ricos de la población, que suelen comprar más de los productos primarios subsidiados. Los subsidios del gobierno a los productos primarios que Egipto tiene que importar ayudan a explicar la reducción veloz de las reservas de divisas del país, que actualmente se ubican en $14.900 millones, menos que la mitad del nivel en que se encontraban en enero de 2011.
 
Oriente Medio está llegando a un punto en el cual las reformas económicas se están volviendo inevitables. Sin importar la ideología política, los gobiernos de la región necesitan reformadores con agallas que puedan reducir el gasto público, abrir sus economías a la competencia, y remover los obstáculos más ofensivos a la actividad económica. En algunos casos, como es el de Egipto, esto significa un retorno simple a la liberalización económica y a las privatizaciones que habían estado ocurriendo de manera gradual en los años que antecedieron a la Primavera Arabe y que tristemente se han estancado después de ella.
 
El paisajista inglés del siglo dieciocho, Lancelot 'Capability' Brown era famoso por diseñar jardines alrededor de las casas de campo en Inglaterra. En lugar de ubicar un camino directo a la casa, sus diseños hacían que los visitantes se embarquen en largos caminos a lo largo de los jardines antes de llegar a su destino —un camino que él consideraba superior a las formas alternativas de diseñar un paisaje. De igual forma, desviar la atención desde la construcción de instituciones democráticas ahora hacia crear un espacio para la oportunidad económica no significa renunciar a la gobernabilidad democrática en el mundo árabe. Simplemente significa reconocer que, para poderse volver democracias estables, las naciones árabes tendrán que tomar una ruta indirecta —una que involucre expandir la libertad económica y la prosperidad para todos.
 
Este artículo fue publicado originalmente en The National Review Online (EE.UU.) el 25 de julio de 2013.
 
Dalibor Rohac | The Cato Institute, sitio web en español