ESTADOS UNIDOS: JOSHUA HOLDENREID

EE.UU.: las reducciones nucleares propuestas no se basan en la realidad

El discurso del presidente estadounisende Barack Obama en Berlín incluyó una promesa de reducción nuclear basada en suposiciones erróneas y en un objetivo inverosímil. Se trata de una política de actuación que dejaría a Estados Unidos más débil...

29 de Junio de 2013

El discurso del presidente estadounisende Barack Obama en Berlín incluyó una promesa de reducción nuclear basada en suposiciones erróneas y en un objetivo inverosímil. Se trata de una política de actuación que dejaría a Estados Unidos más débil, mientras que la Federación Rusia prosigue con el incremento de su arsenal de armas estratégicas.

El ex senador Jon Kyl (R-AZ) señala -en un reciente artículo de opinión- que Obama habría hecho mucho mejor consultando al Congreso antes de llevar a cabo grandes promesas. Otro tratado con Rusia requeriría nuevas reducciones nucleares, por lo que este paso adelante unilateral de Barack Obama en su política nuclear es prematuro.

La Administración estadounidense ya se topó con su primer obstáculo en la Cámara de Representantes, pues la recién aprobada Ley de Autorización para la Defensa Nacional prohíbe la eliminación de la tríada nuclear y limita la disponibilidad de fondos destinada a nuevas reducciones nucleares.

El plan de acción nuclear de Obama asume, de manera errónea, que otros estados implicados, especialmente la Federación Rusa, comparten o compartirían el deseo de nuevas reducciones de armas nucleares si Estados Unidos toma la delantera. Peter Brookes, analista titular de asuntos de seguridad nacional de la Fundación Heritage, destaca que, "hasta ahora, Vladimir Putin ha ignorado la idea de una nueva prohibición de armas nucleares, sin dudas, como respuesta a los tradicionales desacuerdos sobre las defensas antimisiles de Estados Unidos y, más recientemente, sobre las iniciativas para expulsar de Siria a Basher al-Assad".

Además, Brookes se pregunta "¿por qué estaría de acuerdo Rusia en nuevos recortes de su arsenal nuclear cuando se encuentra del todo inmersa en un programa de modernización que conduce a que aumenten sus fuerzas nucleares frente a los niveles de Estados Unidos desde el nuevo tratado START?".

La política de actuación propuesta por Obama parece ignorar por completo lo que impulsan los programas nucleares de otros países, concretamente aquellos que son hoy motivo de preocupación. Irán y Corea del Norte quieren armas nucleares por cuestiones de legitimidad, mientras que la República Popular China y Rusia persiguen influencia internacional a través de sus respectivos programas de modernización y desarrollo. En todo caso, ello representaría un incentivo para incrementar y modernizar las armas nucleares de Estados Unidos, no para deshacerse de ellas.

Y Waashington debería hacer lo propio, puesto que el arsenal nuclear estadounidense actual ya ha duplicado su vida operativa. Peor aún: EE.UU. es el único Estado con armas nucleares que no carece de un programa de modernización, lo que significa que, en estos momentos, el país no está capacitado para satisfacer las necesidades de sustitución o modernización de dichas armas.

El deseo del presidente Barack Obama de otra ronda de reducciones nucleares carece de sentido. La política de actuación propuesta se basa en sueños utópicos, no en el análisis riguroso y la habilidad política.

 

Joshua Holdenreid | Heritage Libertad, The Heritage Foundation