INTERNACIONALES: DEAN CHENG

China incrementa acciones militares en cercanía de Japón y las islas Senkaku

A lo largo de 2012, la República Popular China se ha mostrado con firmeza en sus numerosos reclamos marítimos -tanto en el Mar del Sur de China como en varios estados del Sudeste Asiático, así como en el Mar del Este de China- frente a Japón, aliado de Estados Unidos.

25 de Enero de 2013

A lo largo de 2012, la República Popular China se ha mostrado con firmeza en sus numerosos reclamos marítimos -tanto en el Mar del Sur de China como en varios estados del Sudeste Asiático, así como en el Mar del Este de China- frente a Japón, aliado de Estados Unidos. Parte de este esfuerzo ha sido acompañado de una más grande y más constante presencia del gigante de Asia en áreas alrededor de las islas Senkaku.

Estas islas inhabitadas han estado en disputa por, al menos, la mitad del siglo pasado, en tanto China reclama que son parte del territorio de Taiwan (que Pekín reclama como propio) y Japón rechaza esa postura. De hecho, Japón niega la sola idea de que exista algún tipo de disputa, dando forma a demandas chinas surgidas a partir del interés generado por un informe de Naciones Unidas de 1969 en relación a la probable existencia de petróleo y gas.

El asunto recobró importancia en 2010, cuando un barco pesquero chino -que navegaba en aguas en disputa- se vio cercado por dos navíos de la guardia Islas Senkaku | Guardian.co.ukcostera nipona. El capitán de la nave china fue arrestado, pero fue devuelto a China antes de enfrentar un juicio en Japón. A partir de este incidente, China cesó la exportación de productos específicos a Japón, ejerciendo una demostración de fuerza a los efectos de respaldar sus reclamos.

En 2012, el tema también revivió de parte de numerosos grupos originarios de China y Taiwan que protestaron en aguas cercanas a las Senkaku y con una partida de individuos que, saliendo de Hong Kong, plantaron banderas chinas y nacionalistas. Estados Unidos, mientras tanto, ha reiterado su posición tradicional frente a que, mientras no modificará su postura respecto a la soberanía, las islas deben ser consideradas bajo control administrativo de Tokio y que, por ende, se encuentran consideradas en el marco del tratado de seguridad entre EE.UU. y Japón.

A lo largo de las últimas semanas, sin embargo, la situación se ha deteriorado. Hasta diciembre, tanto chinos como japoneses habían evitado introducir fuerzas militares en el área cuestionada. En su lugar, cada lado ha elegido respaldarse en los navíos de sus respectivas guardias costeras -incluyendo embarcaciones dedicadas a la protección contra la pesca y barcos de vigilancia- para reafirmar sus reclamos.

Para agregar preocupación, pareciera ser que Pekín no está limitando sus actividades militares solo al Japón. Existe ahora un reporte que cita que dos aeronaves militares estadounidenses -dos aviones de patrulla antisubmarina de la armada tipo P-3C- fueron seguidos, aparentemente dentro del espacio aéreo chino- por cazas de la República Popular China, luego de que los primeros despegaran de bases de la fuerza aérea de EE.UU. en territorio japonés. La implicación podría coincidir con que los chinos se encuentran listos para desplegar aviones de guerra a criterio de interceptar cada despegue detectado desde bases situadas en Japón.

Una iniciativa de este porte por parte de Pekín representaría un incremento de las tensiones a lo largo de la frontera chino-japonesa, con consecuencias potencialmente terribles, dado el importante número de aeronaves comerciales que transitan la región periódicamente, no solo para dirigirse al Japón sino Islas Senkaku | MaritimeConnector.coma Corea del Sur, Taiwan y China misma. Incluso se dispararían las chances de incidentes que involucren a las fuerzas armadas de la República Popular y sus homólogas de Estados Unidos y Japón, como el episodio del EP-3 de abril de 2001, ocasión en que un caza chino impactó contra un avión patrullero de EE.UU. en cercanías de la isla Hainan en el Mar del Sur de China.

En tanto se guarda la esperanza de que ambos lados se abstengan de involucrar a su elemento militar en cualquier tipo de disputa, es importante reconocer la creciente firmeza de China en lo que respecta a las islas que motorizan la crisis. La respuesta de los Estados Unidos debería tener bien presente esta realidad. Al multiplicar medidas que incrementen los vuelos, los tomadores de decisiones en China dejan a Tokio en la poco agradable posición de no responder. Escenario que puede conducir a una percepción de debilidad en Japón sobre el control administrativo ejercido por el gobierno, o que podría conducir a una respuesta que incluya el único activo disponible: aeronaves de combate.

Si la República Popular China continúa por esta vía, podría encontrarse con que estaría forzando al Japón a considerar otras opciones no tan placenteras, que computen el establecimiento de personal de vigilancia en las islas aunque, ahora, con carácter permanente.


* El autor, Dean Cheng, publica informes especializados en relación a la política exterior china y sus fuerzas armadas. Sus reportes periódicamente se focalizan en las capacidades militares, industriales y científicas de la República Popular China, su programa espacial y las relaciones que este país mantiene con Asia y con los Estados Unidos de América. Se desempeña como analista senior en la Fundación Heritage.

Traducción al español: Matías E. Ruiz
 

Dean Cheng | Heritage Libertad, The Heritage Foundation