INTERNACIONALES: ALEJANDRO CHAFUEN | PUBLICADO EN REVISTA FORBES

Pensando en think tanks: ¿cuáles son los mejores?

La historia de la bolsa de Londres se remonta a 1698. John Castaing -pionero de negocios al estilo Starbucks- comenzó a listar acciones y precios de commodities en su tienda de café Jonathan’s Coffee. En 1773, los corredores o brokers erigieron su propio edificio en las inmediaciones y, pronto, el sitio fue bautizado como "La Bolsa de Valores" (The Stock Exchange)...

24 de Enero de 2013

La historia de la bolsa de Londres se remonta a 1698. John Castaing -pionero de negocios al estilo Starbucks- comenzó a listar acciones y precios de commodities en su tienda de café Jonathan’s Coffee. En 1773, los corredores o brokers erigieron su propio edificio en las inmediaciones y, pronto, el sitio fue bautizado como "La Bolsa de Valores" (The Stock Exchange). Las firmas eran bastante diversas, y evaluarlas era esencial para definir dónde invertir. El interés (o rendimiento nominal) y el riesgo eran los dos factores principales. Evolucionar le llevó siglos a la relación precio/ganancias y a otros índices.

Una vez que nuevas instituciones y corporaciones emergen, siempre es difícil hallar la medida apropiada para evaluarlas. En los primeros años de la revolución de la tecnología de la información, era una tarea compleja el estimar el valor de una compañía -y la reciente oferta pública de acciones de Facebook demuestra que aún se trata de un desafío. Casi al mismo tiempo en que emergía esta revolución, otra 'industria' algo más modesta se aprestaba a despegar: los think tanks dedicados a políticas públicas.

Y, ¿qué hay con ellos? Algunos think tanks son, obviamente, más efectivos que otros. Evaluar, mensurar o incluso estimar sus resultados -y rankearlos- no ha Instituto Cato | The Cato Institute, Washington, D.C. | Wikipediasido fácil para los aportantes, que son sus principales clientes. En 1985, me uní a una fundación dedicada a ayudar a forjar y respaldar a think tanks orientados hacia el mercado. Desde entonces, me seguido de cerca -e intentado evaluar- a los think tanks con esa orientación.

Un think tank "orientado hacia los mercados" se basa en la realidad que respeta la propiedad privada, dentro de un contexto de estado de derecho con gobierno limitado -sendero para la riqueza de las naciones. Aquellos think tanks que no se orientan hacia los mercados libres estudian cómo redistribuír la riqueza, cómo incrementar la tributación, o la tasa óptima de devaluación monetaria. Típicamente, los gobiernos se han respaldado en sus propios think tanks para esa investigación, complementándola con investigaciones surgidas de universidades subsidiadas por el Estado. Los think tanks orientados hacia el mercado se focalizan en hallar soluciones privadas a problemáticas públicas.

Luego de una extensa carrera ayudando a sostener y brindar consejo a think tanks en todo el mundo, el Dr. James McGann -en la Universidad de Pennsylvania- comenzó recientemente a compilar un listado exhaustivo de los mismos. La primera lista -dada a conocer en 2006- no incluía evaluaciones. Pronto, él se ocupó de pedir a aquellos que sugerían think tanks que los evalúen. La lista de nominadores y evaluadores ha crecido hasta sobrepasar los mil. Como en cualquier otro índice o ranking, hay mucho para mejorar, y los autores siempre le dan la bienvenida a críticas constructivas. Una versión preliminar del 2012 Global Go To Report fue publicada la pasada semana en el Banco Mundial y en Naciones Unidas. Puede verse en el link www.GoToThinkTank.com.

Los expertos en políticas públicas nominaron a un total de 1.647 think tanks. La porción superior de los rankings incluye a noventa de ellos -orientados al libre Ceremonia Go To Think Tanksmercado, sin fines de lucro-. La Fundación Heritage (The Heritage Foundation), The Cato Institute, el American Entreprise Institute (AEI) y el Fraser Institute (Canada) lideran en cantidad de votos en las categorías de think tanks orientados al mercado libre en América del Norte. Si combinamos sus presupuestos, los cuatro mencionados representan más de US$100 millones en ingresos al año, más de un millón de aportantes y, aproximadamente, un staff compuesto por quinientas personas (contando personal y expertos en áreas específicas). La totalidad de estas instituciones fueron rankeadas entre las mejores, en diez o más categorías. El Instituto Hoover (The Hoover Institution, Universidad de Stanford) fue rankeado en el primer lugar entre los centros basados en universidades. The Brookings Institution (Instituto Brookings) resultó en el primer lugar en el ranking global.

Fuera de los Estados Unidos y Canada, América Latina observa el mayor porcentaje de institutos orientados al mercado, con buena calificación. Libertad y Desarrollo (Chile) fue listado dentro de once categorías. Fue seguido por CEDICE (Venezuela) y CEP (Chile), cada uno con seis créditos. En el resto del mundo, IMANI (Ghana) calificó en siete campos diferentes, apenas por encima del poderoso FAES (España), El Instituto Adam Smith (The Adam Smith Institute, Reino Unido) y el más pequeño Unirule (China); todos con seis créditos.

Ser el think tank más veterano o representar una gran tradición no necesariamente ayuda a la hora de obtener votos de los pares. La Fundación para la Educación Económica (The Foundation for Economic Education, fundada en 1946) y el Instituto de Asuntos Económicos (Institute of Economic Affairs, 1955) -ambos, abuelos entre los think tanks- solo se llevaron un crédito. Desprendiéndose de los citados, Civitas (Reino Unido) calificó en cinco categorías diferentes.

El reporte 'Go To' es precedido por un extenso análisis con valiosos comentarios y aproximaciones. Uno de los desafíos mencionados se plantea así: "los gobiernos crean think tanks designados para aparecer como organizaciones no gubernamentales pero que son, en rigor, armas del gobierno. Go To Think Tanks McGannDe igual manera, las corporaciones y los individuos han establecido think tanks para promover intereses especiales. Esta tendencia eleva preocupaciones en relación a una falta de transparencia, y a intereses privados que se enmascaran detrás del interés público".

Llevará, al menos, más de una década para refinar las herramientas para medir a los think tanks con más profundidad. James McGann y su equipo de jóvenes colaboradores merecen el crédito por alimentar esta discusión. Si tiene éxito, Usted no podrá adquirir acciones de estos think tanks. Pero estará en condiciones de localizar sus donaciones e invertir su tiempo de lectura de una forma más sabia.


* El Dr. Alejandro A. Chafuén es miebro del comité de consejeros para The Center for Vision & Values, fideicomisario del Grove City College, y presidente de la Atlas Economic Research Foundation. Se ha desempeñado como fideicomisario del Fraser Institute desde 1991. (Las opiniones expresadas por el autor le son propias y no reflejan necesariamente las del Grove City College o las de su comité de fideicomisarios)

Traducción al español: Matías E. Ruiz

Link original: http://www.forbes.com/sites/alejandrochafuen/2013/01/23/thinking-about-think-tanks-which-ones-are-the-best/

Detalle de fotografías: Niels Veldhuis, CEO de The Fraser Institute (a la izquierda); Dr. Hans Gutbrod (a la derecha, frente a la cámara), Program Manager de The Think Tank Initiative. Luego, Angel Soto (think tank Democracia y Mercado) junto a Sandra Mazlagic (colaboradora principal de McGann)

Dr. Alejandro Chafuén, presidente de Atlas Economic Research Foundation | Publicado en sitio web oficial de la Revista Forbes