ECONOMIA: RUBEN MURRAY

Impuesto a las Ganancias: los números de la AFIP, tan ridículos como los del INDEC

La Administración Federal de Ingresos Públicos (AFIP) sigue tomando parámetros totalmente desactualizados a la hora de realizar el cálculo del impuesto a las ganancias de los trabajadores en relación de dependencia. Los mismos no condicen con los efectos de la inflación de los últimos años, y no sólo eso, sino que los valores empleados son tan ridículos como muchos de los números que publica el INDEC.

09 de Enero de 2013

La Administración Federal de Ingresos Públicos (AFIP) sigue tomando parámetros totalmente desactualizados a la hora de realizar el cálculo del impuesto a las ganancias de los trabajadores en relación de dependencia. Los mismos no condicen con los efectos de la inflación de los últimos años, y no sólo eso, sino que los valores empleados son tan ridículos como muchos de los números que publica el INDEC.
 
Para determinar el impuesto a las ganancias que debe pagar un trabajador, la AFIP considera los ingresos que exhibe la persona durante el periodo de un año y AFIPpermite deducir determinados gastos. Entre dichas deducciones, se encuentra la que se corresponde con los gastos que debe afrontar para el mantenimiento de sus hijos. En este caso en particular, la AFIP permite deducir como egresos por cada hijo un importe de $600 mensuales. Esto implica que, de acuerdo al valor que admite el ente recaudador de impuestos, una persona debería afrontar los gastos de comida, salud, educación, vestimenta, y transporte de cada hijo con sólo $20 diarios.
 
Tanto el importe a deducir por hijos como el mínimo no imponible se han actualizado sólo dos veces en los últimos cuatro años, y por tan sólo un 44%, porcentaje muy similar a la inflación apuntada por el INDEC para dicho período. Sin embargo, la inflación real duplica por demás ese porcentaje.
 
Otros valores que se presentan totalmente desactualizados son los que corresponden a la escala que se utiliza para determinar la alícuota del impuesto que corresponde pagar en función a los ingresos que se declaran. En este caso, no existió ajuste alguno de dichos importes en los últimos doce años, lo que provoca que cada vez más empleados se vean forzados a abonar alícuotas más elevadas de este impuesto, hasta alcanzar el 35%.
 
El hecho de recurrir a valores irrisorios para los gastos que permite deducir la AFIP, y la no actualización de las escalas, obliga a pagar un impuesto muy superior a lo que se debería abonar si se realizara el ajuste por inflación. Esto incrementa la carga tributaria de la totalidad de los ciudadanos, la cual se destina a un gasto público que, en muchos casos, es más que cuestionable.
 
Luego de un año en el que la economía se exhibió estancada, sería una muy buena medida actualizar no sólo el mínimo no imponible que reclaman todos los sindicatos, sino también las deducciones admitidas por la ley y la escala que determina la alícuota a aplicar. Esta actualización debería ser lo suficientemente importante como para compensar lo desvirtuado que han quedado estos números debido a la alta inflación de los últimos años.

Una actualización de los importes utilizados para el cálculo del impuesto a las ganancias incrementaría el ingreso de casi dos millones de trabajadores.


* El autor es Contador Público Nacional, y Magister en Finanzas y Mercado de Capitales

 

Rubén Murray | El Ojo Digital, Economía y Negocios