INTERNACIONALES: HELLE C. DALE

La libertad de expresión, amenazada en la ONU

La ciudad de Nueva York está plagada de individuos que vienen a cobrar su parte correspondiente por los errores de la administración Obama.

01 de Octubre de 2012

La ciudad de Nueva York está plagada de individuos que vienen a cobrar su parte correspondiente por los errores de la administración Obama. Apenas había terminado el presidente Obama su alocución ante la Asamblea General de la ONU (en la que por un lado defendió el principio de la libertad de expresión y por otro denunció el ejercicio de la misma si esta daña los sentimientos religiosos musulmanes) cuando ya estaba siendo atacado por otros oradores.

El problema es que la posición de la administración sobre la libertad de expresión es ambigua o (dependiendo de su punto de vista) hipócrita. Por un lado, Barack Obamala Casa Blanca respalda la libertad de expresión; por el otro, defiende las medidas para reprimir la libertad de expresión cuando esta ofende a los musulmanes. El propio afán obsesivo de la administración por denunciar el vídeo La inocencia de los musulmanes, aparecido en YouTube, ha ayudado a crear el problema. Al igual que ha hecho el respaldo de la administración a la Resolución antiblasfemia 12/16 del Consejo de Derechos Humanos de la ONU.

Los líderes políticos de diversos países musulmanes sintieron la debilidad de la posición americana y se envalentonaron. Han prometido utilizar esta sesión de la Asamblea General de la ONU para propiciar la prohibición de cualquier expresión que sientan como antimusulmana.

· El presidente de Egipto, Mohamed Morsi, hizo la siguiente promesa solemne: “Los insultos contra el profeta del islam, Mahoma, no son aceptables. No permitiremos que nadie lo haga de palabra o de obra”.

· El presidente de Yemen, Abd Rabbuh Mansur al-Hadi, añadió que “Estos comportamientos tienen gente que los defienda con la justificación de la libre expresión…Esta gente pasa por alto el hecho de que debería haber límites para la libertad de expresión, especialmente si tal libertad supone una blasfemia contra las creencias de las naciones y difama a sus figuras”.

· El presidente de Pakistán, Asif Ali Zardari, afirmó que “Antes de empezar mi discurso, quiero expresar mi más enérgica condena a los actos de incitación al odio contra la fe de miles de millones de musulmanes de todo el mundo y contra nuestro amado profeta, Mahoma…La comunidad internacional no se debe convertir en un observador silencioso y debería criminalizar tales actos que destruyen la paz del mundo y ponen en peligro la seguridad mundial al utilizar de manera errónea la libertad de expresión”.

Además, no contento con permanecer en el olvido, el megalómano Julian Assange irrumpió en la discusión. Se dirigió vía vídeo desde su escondrijo en la embajada ecuatoriana en Londres, donde está buscando protección y “asilo político” frente a varios cargos por violación.

Assange acusó a Obama de defender la libertad de expresión en el mundo árabe en su discurso del martes ante las Naciones Unidos a la vez que continúa “persiguiendo” a WikiLeaks. De hecho, Assange se señaló a sí mismo como prueba de que Obama ha “hecho más por criminalizar la libertad de expresión que cualquier otro presidente de Estados Unidos”.

La Casa Blanca debería estar inmersa en una frenética estrategia para desandar el desastroso plan de acción puesto en marcha, pues la libertad de expresión se halla bajo un inquietante ataque en las Naciones Unidas.

 

La versión en inglés de este artículo está en Heritage.org.

 

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Helle C. Dale | Heritage Libertad, The Heritage Foundation