ESTADOS UNIDOS: AMY PAINE

CNN y otros medios de comunicación dan una mano a la asistencia social de Obama

Desde que el 12 de julio los analistas de la Fundación Heritage Robert Rector y Kiki Bradley destaparon la historia de que la Administración Obama había vaciado de sus requisitos laborales a la ley de reforma de la asistencia social de 1996, el gobierno lo ha estado negando.

27 de Agosto de 2012

Desde que el 12 de julio los analistas de la Fundación Heritage Robert Rector y Kiki Bradley destaparon la historia de que la Administración Obama había vaciado de sus requisitos laborales a la ley de reforma de la asistencia social de 1996, el gobierno lo ha estado negando. En semanas recientes, todos los “verificadores de información” de los medios de comunicación han saltado declarando que la primicia de la Fundación Heritage es “falsa”.

Los principales medios de comunicación (el más reciente, la CNN) han estado haciendo el trabajo sucio en defensa de la nueva redacción de la ley de Barack Hussein Obamaeforma de la asistencia social del presidente Obama. Puesto que estos supuestos guardianes del gobierno están haciendo de perritos falderos, la Fundación Heritage continuará proporcionando los datos y realizando la información investigativa.

Rector ya ha desacreditado las afirmaciones de la administración de que no se vació la reforma de la asistencia social y de que los gobernadores republicanos trataron de hacer lo mismo en 2005. Ahora, está desmontando pieza a pieza la defensa de la administración de su nueva normativa de dispensas con una nueva serie de documentos.

La afirmación: las nuevas reglas incrementarán aún más el trabajo

Los “verificadores de información” de la CNN afirman que “De un modo marginal, las dispensas podrían cambiar precisamente cómo se calcula el trabajo pero el objetivo esencial de impulsar a los beneficiarios de la asistencia social hacia el empleo (algo en lo que tanto demócratas como republicanos estuvieron de acuerdo en los años 90) sigue siendo el mismo”.

Esa es exactamente la defensa realizada por la secretaria del Departamento de Salud y Servicios Humanos (HHS), Kathleen Sebelius: que dispensar a los estados de los requisitos laborales de la asistencia social según el programa de Asistencia Temporal para Familias Necesitadas (TANF) aún requerirá que los estados introduzcan a los beneficiarios de la asistencia social en el mundo laboral. Ella sostiene que los estados tendrán que “comprometerse a que sus propuestas trasladarán al menos a un 20% más de personas desde la asistencia social hasta el empleo, comparado con el anterior desempeño del estado”.

La realidad: unas falsas medidas del éxito

Rector se enfrenta directamente con esta afirmación en su nuevo documento, “Ending Work for Welfare: Bogus Measures of Success” (Acabar con el trabajo en favor de la asistencia social: unas falsas medidas del éxito).

En primer lugar, este estándar es impreciso ya que los estados no necesitan realmente cumplirlo sino meramente “demostrar una claro progreso hacia ese objetivo en no más de un año” después de que queden exentos de los antiguos estándares laborales de la TANF. No obstante, a primera vista, este objetivo parece ciertamente impresionante.

El HHS del presidente Obama eximirá a los estados de los requisitos laborales federales si aumentan en un 20% el número de casos adscritos a la TANF que pierden su derecho a la misma debido a un incremento en sus ganancias, una medida llamada “salidas hacia el empleo”. Hay cuatro razones por las que un aumento del 20% en el número de salidas hacia el empleo, aunque suene impresionante, es una medida muy débil o contraproducente del éxito de la reforma de la asistencia social.

Según Rector, las cuatro razones por las que esta medida es débil son:

1. Las salidas hacia el empleo se incrementarán automáticamente cuando la economía se recupere. Virtualmente, cada estado de Estados Unidos experimentará un incremento en sus salidas hacia el empleo del 20% “comparado con el anterior desempeño del estado” cuando la economía pase de la recesión a tener una tasa de empleo más elevada.

2. Los estados podrían cumplir el objetivo simplemente con un mejor mantenimiento de sus historiales. Un gran número de beneficiarios de la TANF abandonan el programa cada mes por razones desconocidas o no especificadas. Parece probable que muchos estados podrían cumplir el objetico del incremento del 20% simplemente recogiendo o informando de unos datos más precisos sobre sus actuales salidas de la TANF.

3. Un incremento del 20% en las salidas es insignificante. Un incremento en las salidas hacia el empleo de un 20% es realmente un cambio muy pequeño. El promedio estatal tiene un número de casos adscritos a la TANF que quizás alcance mensualmente los 80,000. Cada estado tiene alrededor de 600 salidas desde la TANF hacia el empleo cada mes o lo que es lo mismo un 1.5% de casos mensualmente. Según el nuevo sistema de asistencia social de Obama, un estado puede estar completamente exento de los estándares laborales descritos en la ley TANF si aumenta sus salidas al empleo desde las 600 hasta las 720 al mes. ¿Por qué es razonable, justo o inteligente eximir a los restantes 39,000 hogares acogidos a la asistencia social de la participación en la asistencia laboral sólo porque otros 120 casos adicionales hayan abandonado las listas?

4. Más salidas hacia el empleo indican un mayor número de casos. El número de salidas hacia el empleo aumenta generalmente cuando el tamaño del número de casos de asistencia social también aumenta y estas caen cuando el número de casos cae. Esto es debido a la rotación rutinaria del número de casos.

Rector concluye que “El número de salidas hacia el empleo es por tanto irrelevante como método de evaluación del programa TANF. Las salidas hacia el empleo son una falsa medida del éxito que crea la impresión de que la dependencia de la asistencia social se está reduciendo cuando, en realidad, el número de personas adscritas a la asistencia social es constante o está subiendo”.

Según la nueva medición de la administración, el antiguo programa de asistencia social se habría considerado como un éxito, mientras que las tremendamente exitosas reformas de 1996 habrían parecido un fracaso.

Con una administración que de manera rutinaria crea nuevas leyes mediante órdenes ejecutivas (sin tener en cuenta a los representantes electos por el pueblo) la responsabilidad es escasa. Los expertos legales de la Fundación Heritage Todd Gaziano, Robert Alt y Andrew Grossman han detallado por qué las medidas del gobierno son ilegales. El Departamento de Salud y Servicios Humanos (HHS) no tiene autoridad para conceder el tipo de dispensas que está creando. Y sin embargo, los medios de comunicación no le han hecho una “verificación de legalidad” a la administración Obama.

 

La versión en inglés de este artículo está en Heritage.org.

 

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