ESTADOS UNIDOS: POR MIKE BROWNFIELD

¿Está Estados Unidos preparado para una crisis petrolera en Arabia Saudita?

¿Le duele llenar el tanque de su carro a $4 el galón? ¿Cómo se sentiría pagando más de $6.50? Añádale además masivas pérdidas de empleos y una drástica caída en la productividad económica de Estados Unidos y tendrá la imagen de cómo sería la vida en Estados Unidos si el petróleo dejara de fluir desde Arabia Saudita.

12 de Abril de 2012

Este escenario no es imposible del todo. Durante el pasado año, el mundo ha contemplado como la Primavera Árabe se extendía a través de Medio Oriente, derrocando a los regímenes de Túnez, Egipto y Libia. Si una agitación social masiva golpease Arabia Saudita, la situación estaría madura para que se cerrase el grifo del petróleo de este país para el mundo occidental.

SurtidorLos expertos de la Fundación Heritage han concebido un hipotético escenario sobre qué aspecto tendría tal revuelta, sobre las consecuencias que sufriría el mundo y los pasos que podría dar Estados Unidos para evitar una catástrofe económica. Aunque a causa de la dependencia de Estados Unidos de las fuentes extranjeras de petróleo, el sufrimiento no se puede evitar en su totalidad.

En la hipótesis de la Fundación Heritage, los reformistas de Arabia Saudita comenzarían a expresar sus peticiones de una auténtica democracia, de un gobierno transparente, de igualdad de derechos para la mujer y de mayores libertades personales, sociales y políticas. Sus mensajes empezarían en las redes sociales como Facebook y Twitter y se convertirían en levantamientos de las bases en las calles. Los radicales religiosos chiítas y suníes se les unirían, las multitudes de manifestantes crecerían y finalmente las fuerzas sauditas tomarían medidas drásticas, disparando contra los pacíficos manifestantes para sofocar el levantamiento. Y aquí es donde se desataría todo un infierno.

Observándolo desde lejos, los americanos se enterarían de manifestantes apoderándose de campos petroleros y atacando las infraestructuras. La lucha dañaría instalaciones energéticas clave, Irán agudizaría el conflicto al proporcionar a los chiítas sauditas dinero, armas, respaldo propagandístico y entrenamiento y finalmente la dinastía saudita se derrumbaría mientras un nuevo régimen islamista se alza con el poder. Los clérigos wahabíes y elementos conectados con al-Qaeda en la Península Arábiga tomarían el poder y expulsarían a todos los trabajadores extranjeros no musulmanes. Con la pérdida de esos trabajadores experimentados, toda la producción petrolera saudita cesaría, junto con las exportaciones de petróleo.

Y aquí es donde comenzaría el daño a Estados Unidos. Incluso abriendo la Reserva Estratégica de Petróleo (SPR), Estados Unidos no podría compensar la pérdida del petróleo saudita (y sería aún peor si la SPR se liberase prematuramente por razones políticas).

Los precios de la gasolina se dispararían a más de $6.50 el galón con los actuales niveles del mercado, los precios del petróleo subirían desde los $100 hasta más de $220 por barril, más de 1.5 millones de empleos se perderían y para cuando los mercados energéticos se recuperasen, Estados Unidos habría perdido $450,000 millones de su PIB.

En el caso de una crisis económica como esta, los expertos de la Fundación Heritage dicen que el mercado libre es el mejor instrumento para capear el temporal y que el objetivo del gobierno es estar preparado para respaldar esa iniciativa más que entrometerse e intentar decir a los mercados lo que han de hacer. Aquí en casa, el gobierno debería abrir la reserva estratégica a la vez que permite el desarrollo de los recursos naturales norteamericanos: eso significa permitir extracciones en las tierras del Refugio Nacional de Vida Silvestre del Ártico y en el océano Pacífico, en el Atlántico y en el Golfo de México Oriental. Además, el gobierno debería permitir la construcción de infraestructuras como el oleoducto Keystone XL para transportar el petróleo a los proveedores. Y puesto que estos recursos tardan años en desarrollarse, los expertos de la Fundación Heritage recomiendan que el gobierno de Estados Unidos comience a llevar a cabo estas acciones políticas en la actualidad de modo que la nación pueda estar preparada para absorber el impacto de una interrupción de su suministro energético.

Además, existen otras medidas que Estados Unidos debería tomar. Las fuerzas armadas deben estar preparadas para asegurar que el comercio a través de las aguas internacionales (tales como el Estrecho de Ormuz) pueda continuar. En el frente diplomático, Estados Unidos debería liderar las iniciativas internacionales para mitigar la crisis y trabajar para asegurarse de que los aliados y los países amigos no lleguen a acuerdos por separado con otros países ricos en recursos, tales como Irán y Rusia. En cambio, las peticiones de estos serían contrarias a los intereses de Estados Unidos.

Los expertos de la Fundación Heritage advierten de que “Una crisis en Arabia Saudita tendría drásticas implicaciones para Estados Unidos, su economía y el mundo entero”. Hay pasos que el gobierno de Estados Unidos puede dar a día de hoy para ayudar a que Estados Unidos se haga menos dependiente de las fuentes extranjeras de petróleo. Y en el caso de una crisis en la que el petróleo deje de fluir desde el exterior, Washington debe preparase para unas iniciativas nacionales e internacionales que suavicen el golpe al pueblo americano.

 

La versión en inglés de este artículo se publicó en Heritage.org.

 

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Por Mike Brownfield / Heritage Libertad