ESTADOS UNIDOS: POR MIKE BROWNFIELD

Defendiendo la libertad y la seguridad en tiempos de guerra

El final oficial de las operaciones de Estados Unidos en Irak la semana pasada nos trae a la mente asuntos controvertidos de la década anterior. Una de las más importantes batallas intelectuales y políticas, que sigue siendo relevante hoy, es cómo defender tanto las libertades civiles como la seguridad en tiempo de guerra. En otras palabras, ¿cómo debería defenderse Estados Unidos de enemigos domésticos y externos a la vez que preservamos las libertades que disfrutamos y hacen grande nuestro país?

23 de Diciembre de 2011

La gente dice a menudo que necesitamos balancear libertad y seguridad. Esto implica que ambas están en oposición y que cuanto más tengamos de una, menos tendremos de la otra. Es comprensible hablar así, pero es erróneo. La verdad es que ni la libertad ni la seguridad pueden existir sin la otra. Son igualmente importantes para Estados Unidos y, de hecho, son las dos razones por las que se fundó esta nación.

Soldados de Estados Unidos en IrakProteger la libertad individual normalmente no dificulta las defensas de la nación. Más bien, como la Constitución reconoce, la seguridad y la libertad se  autorefuerzan: “Asegura[mos] las bendiciones de la libertad para nosotros mismos y nuestra posteridad”. Por tanto, no queremos, ni necesitamos, intercambiar la libertad por la seguridad para conseguirla. Ni deberíamos asumir que la seguridad, el primer deber del gobierno, es el enemigo de la libertad. Como escriben Cully Stimson y Andrew Grossman en un artículo de la serie “Entendiendo qué es América”: “Una amenaza a la seguridad de Estados Unidos es también una amenaza a las libertades de los americanos”.

La apreciación de este hecho es una constante de la historia americana. La Declaración de Independencia en parte se inspiró en abusos británicos, cometidos desdeñando el imperio de la ley. El gobierno británico denegó a los colonos americanos tanto sus derechos naturales como una seguridad fiable. Como escribió John Jay en El Federalista: “Es su derecho, es su deber, derribar tal gobierno y proveer nuevas salvaguardas para su futura seguridad”.

Y eso hicieron los Fundadores, creando un sistema que ha funcionado durante más de 200 años. Es un sistema que reconoce la libertad y la seguridad como amigas, no como rivales la una de la otra. Es importante que los americanos reconozcan hoy que, al ir cambiando el mundo, deberemos adaptarnos si queremos continuar conservando tanto la libertad como la seguridad.

El sistema americano no pone su fe principalmente en garantías concretas de derechos. La Carta de Derechos es vital, pero es posterior. Los Fundadores se basaron primeramente en la separación de poderes de los tres poderes del gobierno a nivel federal y en la división entre gobierno federal y gobiernos estatales. Este arreglo dio tanto flexibilidad para garantizar la seguridad como el freno necesario para salvaguardar la libertad.

Durante la Guerra Fría, Estados Unidos luchó contra enemigos se apoyaban en la planificación y el control del estado. Estas aparatosas exhibiciones fueron creadas por gobiernos que estaban en guerra contra su propia gente, a la que le denegaban seguridad y libertad. Hoy, Estados Unidos debería mantener una fuerte defensa nacional contra enemigos conocidos y desconocidos. Se vale de muchas herramientas para conseguir este objetivo y cuando estos programas funcionan bien, sirven a nuestra necesidad de tener libertad y seguridad por igual. Los Fundadores no predijeron los desafíos concretos que confrontamos ahora, pero crearon un sistema fuerte y flexible. Continuará funcionando si lo captamos y lo aplicamos adecuadamente. Por ejemplo, el uso de comisiones militares para juzgar terroristas se remonta a la Guerra Revolucionaria y continúa siendo apropiado hoy.

Stimson y Grossman señalan:

Mantener una fuerte defensa nacional asegura la libertad contra amenazas conocidas y desconocidas, desde estados paria hasta organizaciones terroristas. Esta es la responsabilidad suprema y vital del gobierno federal.

Mientras contamos los días que faltan para que llegue el año 2012, todos los americanos deberían tener en mente la importancia de un gobierno fuerte pero limitado.

 

La versión en inglés de este artículo se publicó en Heritage.org.

 

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Por Mike Brownfield, Libertad.org / The Heritage Foundation