POLITICA - TRIBUNA PERONISTA: POR ALBERTO LESTELLE

El discurso de Hugo Moyano: "Chocolate por la Noticia..."

Comentarios sobre las recientes manifestaciones públicas del líder del gremio Camioneros y el estado actual del peronismo.

21 de Diciembre de 2011

Durante su discurso en Huracán, el compañero Hugo Moyano renunció al Partido Justicialista de la Provincia de Buenos Aires y al PJ Nacional, por considerar a ambos como "una cáscara vacía"...

Alberto Lestelle - crédito foto: Diario El Popular, de OlavarríaParece tan prudente como apropiado que dirigentes de ese nivel reconozcan la realidad. Lo que resulta llamativo, sin embargo -y aún estando de acuerdo con lo expresado por titular del gremio Camioneros- es el atraso en reconocer el vacío de contenido y la falta de autocrítica a partir de tal error.

La "cáscara vacía de contenido" (por razones de simpleza, me ocuparé sólo del Partido Justicialista de la Provincia de Buenos Aires) es una realidad que ha afectado al Partido durante más de veinte años. La dirigencia declinante de Doctrina Peronista instrumentó sistemas personalistas, plagados de intereses más económicos que políticos, a través de los cuales el peronismo bonaerense fue USADO, tanto por los de "adentro" como por los de "afuera".

Se trató, en rigor, de un período en el que la militancia peronista comenzó (permítaseme la grosera expresión) forreada. Por ende, el Pueblo Peronista cayó presa de la confusión.

Durante los últimos años, el peronismo fue utilizado como un número frío para la caza de votos. Lo han explotado propios y extraños.

"Adentro" se lo utilizó, en más de una oportunidad, para "conformar un Frente Político y Programático...". Desde afuera, fue aprovechado para referirse a él como "la pata peronista". El huidizo Carlos "Chacho" Alvarez -ideólogo de esta creación- fue quien oportunamente se lo propuso a Fernando De la Rúa, con miras a la conformación de la "exitosa" fórmula de la Alianza, en 1991.

En ambos casos, el uso indebido de los "Frentes" o las "patas peronistas" fue de utilidad para dejar fuera de competencia a la militancia bonaerense. Muchos observamos, absortos, la manera como se floreaban nombres de candidatos en todos los niveles. Nombres que no representaban al Partido Justicialista, sino a familiares y parientes, amigos... y hasta transitorias damiselas.

Todo ello, con el visto bueno y la complicidad de quienes conducían el Partido.

Esta forma antidoctrinaria de ejecutar la política ya cuenta varios años. En sus inicios, algunos nos ocupamos de alertar sobre el error que se estaba cometiendo, y que este triste accionar estaba llamado a conducir hacia un cambio peligroso para el peronismo: comenzábase a intercambiar MILITANCIA por MALETANCIA.

Comenzó, finalmente, la diáspora del peronismo bonaerense.

En mi rol de conocedor de la historia de últimos cuarenta años, al oír al compañero Moyano referirse al PJ como "vacío de contenido", dije para mis adentros: "Hugo; ¡chocolate por la noticia!".

No le falta razón. Aunque, como es bien sabido, más vale tarde, que nunca. Pero debemos reaccionar y enderezar, antes de que sea demasiado tarde. La militancia debe reordenarse, sin injerencias caudillescas ni "maletantes".

Lograr que los compañeros se organicen en cada uno de los 135 distritos. Sin caudillos ni candidatos anticipados en los tiempos. Con la Juventud de Evita y de Perón. Y que los aspirantes surjan, en su debido momento, de las organizaciones territoriales. Nunca más, de plumas ilustradas.

Llegó la hora de que cada uno "cargue en sus hombros el bastón y la mochila de mariscal...". Si no lo hacemos, el tiempo y los intereses espúreos se encargarán -metología de monarquización mediante- de alejar de manera definitiva a un pueblo peronista que eligió, como ideal de vida, aquel que nos legaran Juan Domingo Perón y la Compañera Evita.


Por Alberto Lestelle -Diputado Nacional (M.C.)- y ex Secretario de Estado de la Nación (1989-1995)-, para El Ojo Digital Política
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Por Alberto Lestelle, para El Ojo Digital Política