POLITICA: POR MARIANO ROVATTI

Fin de fiesta

En 1960, dirigida por el gran Leopoldo Torre Nilsson, se estrenó Fin de Fiesta, una de las joyas del cine argentino de todos los tiempos. La película fue protagonizada por Arturo García Buhr, y contó con la participación de destacados actores como Lautaro Murúa, Graciela Borges, Leonardo Favio y Osvaldo Terranova, entre otros. El guión se basó en la novela homónima de Beatriz Guido.

24 de Noviembre de 2011

La historia se centra en la vida de un grupo de primos huérfanos a cargo de su abuelo, un caudillo conservador de Avellaneda de apellido Braceras, cuyas referencias remiten a un símbolo de la DécadaInfame: Alberto Barceló, diputado y senador nacional conservador e intendente en varias ocasiones de Avellaneda (entre 1909 y 1917, y en 1924, 1927 y 1932). Seis hermanos suyos tuvieron cargos en el distrito: intendentes, jueces de paz, comisarios…De no ser por la anulación de las elecciones provinciales en 1940, resuelta por el Presidente Roberto Ortiz, hubiera sido Gobernador de la Provincia de Buenos Aires.

Su principal colaborador fue Juan Nicolás Ruggiero (Ruggierito). En la ficción su apellido era Guastavino. Era  un matón leal a Barceló con un fecundo prontuario que  incluía robos, juego ilegal, abuso de armas, proxenetismo, lesiones y homicidios.

Barceló gobernó Avellaneda a su antojo. Su gestión fue violenta,  paternalista, fraudulenta y corrupta. Pero también fue pródiga en obras públicas, en un tiempo que su ciudad creció caóticamente al compás de la instalación de un gran número de fábricas de todo tipo y frigoríficos. A la par crecían los burdeles y casas de juego ilegal, con protección policial, sobre todo en la Isla Maciel.

Como dato curioso, es de recordar que Carlos Gardel frecuentaba los comités conservadores de los años 20 y 30, cantando en actos proselitistas.  Pueden verse fotos del Zorzal junto a Barceló y Ruggierito. Tras el golpe de  1930, Gardel grabó un tango llamado Viva la patria, en el que profesaba su viva adhesión al golpe de José Félix Uriburu. Se decía –además- que el caudillo de Avellaneda le había obtenido el documento uruguayo que le permitió a Gardel evitar su enrolamiento para Francia -su país de nacimiento- y así no ser llevado a la Guerra Mundial, como sí le había ocurrido a uno de sus hermanos. Este dato es el que le hace sostener a algunos orientales que Gardel era uruguayo, ya que en ese documento se declaraba un presunto nacimiento en Tacuarembó.

El contexto de la época estaba signado por la crisis internacional generada en Wall Street en 1929, y sus efectos económico-sociales en nuestro país, el golpe de 1930, la persecución de los opositores y la formación de la  Concordancia, integrada por conservadores, socialistas y radicales, que pone en la presidencia a Agustín P. Justo, gracias a la implementación descarada del llamado fraude patriotico.

Pese a la vigencia de la Ley Sáenz Peña, las elecciones eran una parodia. Los comicios se hacían con urnas de doble fondo, recuento tramposo de los votos, intimidación a los votantes a través de matones, tráfico de libretas de enrolamiento de ciudadanos muertos, etc.

En el plano internacional, tras la crisis del 29, tres años después Gran Bretaña decidió dar prioridad a las importaciones de sus propios dominios, desplazando a la Argentina, principal afectada por la medida. Tras una  gestión diplomática, se firmó el Tratado Roca-Runciman, por el que se restablecía la compra de carnes argentinas por parte de Gran Bretaña, a cambio de una larga lista de ventajas y prebendas concedidas a los capitales británicos en el  país.

Fruto de esa entrega, y de la corrupción que la misma conllevaba, en el Congreso nacional se generaron fuertes debates e interpelaciones, destacándose la actuación casi solitaria de Lisandro de la Torre, Alfredo Palacios y Mario Bravo. El hecho culminante fue el asesinato del senador santafecino Enzo Bordabehere, dentro del mismísimo recinto. La Unión Cívica Radical tuvo un deslucido papel opositor en este período.

El relato de la novela y el filme habla de todos estos hechos, analizando el poder, la hipocresía social, y la corrupción. El Riachuelo, límite entre la capital y la provincia, es puesto como un símbolo cultural de la división entre ambas sociedades. En la ficción, se produce un conflicto entre uno de los nietos del caudillo, quien se rebela contra éste cuestionando su estilo de vida y de acción política.

Más que simbólicamente, Barceló murió en 1946, el año en que triunfa Juan Domingo Perón en las elecciones presidenciales. Meses antes, el 17 de octubre de 1945, se produce un hecho único en la historia, en donde las masas obreras se movilizan en defensa de su líder preso. Avellaneda fue el principal teatro de operaciones de ese movimiento.

 

Fin de fiesta 2011

Parece un poco aventurado afirmarlo, pero es posible encontrar más que una similitud entre los últimos años vividos por nuestro país, y aquellos que relata el texto de Beatriz Guido.

Las listas-sábana, las candidaturas testimoniales, las listas colectoras, la recepción de candidaturas primarias a cargo de la conducción de los partidos, el mayor control electoral a cargo del Ministerio del Interior, el voto-cadena….son mecanismos más sutiles que aquéllos del 30, pero igualmente eficaces para contaminar la voluntad popular y asegurarle continuidad a los oficialismos.

También en nuestro tiempo, los cargos públicos están repletos de novias, esposas, cuñados, sobrinos, amigovios, amantes, o sólo amigos de otros funcionarios de mayor rango.

La oposición política de hoy es tan inepta y/o corrupta como aquélla que miraba pasar los negociados sin intervenir ni denunciarlos públicamente. Sólo un puñado de voces solitarias y discordantes se oye a lo lejos, en medio del barullo.

Amado BoudouUn ejemplo de ello es la entrega de nuestros recursos estratégicos. Los hidrocarburos, a un puñado de multinacionales, dejando sin el control de los mismos al Estado Nacional, como sí lo hacen nuestros hermanos Brasil y México, a través de Petrobrás y PEMEX. El agua y minerales, a la Barrick Gold, que creó un estado dentro de otro, saqueando y contaminando a piacere, sin que ninguna autoridad los moleste.  El sistema financiero modelo 2011 permanece incólume pese a las reiteradas promesas de reformar la norma que lo rige, redactada por José Alfredo Martínez de Hozy sus Chicago boys.

¿Qué pasaría hoy si China decidiera de un día para el otro dejar de comprarnos soja? Quizás lo mismo que cuando Gran Bretaña dejó de importar carne argentina en 1932. Puede ocurrir. China le está vendiendo menos productos a Europa, y por lo tanto, dispondrá de menos divisas para importar nuestro querido yuyito.

Con más pulcritud, en la mayoría de los actuales distritos del conurbano bonaerense, se reproduce un sistema de construcción de poder similar al que materializó Barceló. Corrupción, poder concentrado y obra pública. Como en la década infame, allí está la columna vertebral del armado político nacional y provincial del oficialismo.

También hoy el poder usa a los artistas en su beneficio, logrando su  inocente adhesión y chupándoles la popularidad, como hacía el Régimen con Carlitos.

El contexto mundial también se parece. En 2008, la crisis estalló en la misma calle que en 1929. La globalización actual expande más rápido, más lejos y más intensamente los efectos que ochenta años atrás.

Con reflejos políticos, el gobierno ya empezó su gestión 2011/15, asumiendo que la fiesta terminó.

La farsa de los servicios públicos sin aumentos fue una mentira comparable a la del uno a uno, prolongada mucho más que lo aconsejable, sobre todo en la segunda mitad de los noventa. Los actuales y futuros funcionarios se rompen los sesos para ver cómo los eliminan sin pagar costos políticos. Parece una tarea imposible.

Pese a la retórica nakypop, los esfuerzos de nuestra política exterior están focalizados en recomponer lazos con Estados Unidos y Europa, sanando viejas y justificadas desconfianzas.

Los comunicadores oficiales hacen malabarismo para explicar el carácter revolucionario de las primeras medidas de corte ortodoxo del nuevo gobierno cristinista. Multiplican eufemismos para no decir ajuste, una de las palabras más soeces del vocabulario progresista.

Esta disociación recuerda otro relato, esta vez teatral. Contemporáneamente a la historia narrada por Beatriz Guido y Leopoldo Torre Nilsson, del otro lado del continente, Tenesse Williams le hacía decir a Tom su primer monólogo en  el Zoo de Cristal:

Tengo trucos en el bolsillo y cosas bajo la manga pero soy todo lo contrario del prestidigitador común. Éste les brinda a ustedes una linda ilusión con las apariencias de la verdad. Yo, les doy la verdad con las gratas apariencias de la ilusión…. La época en que transcurre la acción, es el lejano período en que la enorme clase media de los Estados Unidos se matriculaba en una escuela para ciegos. Sus ojos les fallaban, o ellos fallaban a su ojos, y por eso se les oprimía enérgicamente los dedos sobre el feroz alfabeto Braile de una economía en desintegración...Esta comedia son los recuerdos. Como es una comedia de recuerdos, hay poca luz, es sentimental, no es realista….

Honestamente, quizás haya exagerado un poco. En verdad, aún no se mató a nadie en el Senado, y no deben abundar los nietos rebeldes contra sus abuelos poderosos. Menos aún, parece gestarse del subsuelo de la crisis, un movimiento que cambie la historia, como lo hizo aquel peronismo.

Hasta ahora.

Por Mariano Rovatti, Blog Argenpolítica, para El Ojo Digital