JUBILADOS: POR RUBEN GIOANNINI

ANSES y el Caso Ofelia Wilhelm: de justicia rápida y expedita... a la negación de tal

Lo sucedido a partir de la rápida sentencia y posterior cobro del reajuste de haberes jubilatorios de Ofelia Wilhelm, Señora madre de la Presidente de la Nación, representa una clara muestra de la falta absoluta de respeto que la dirigencia política le reserva a las personas mayores en la Argentina.

11 de Noviembre de 2011

La prerrogativa se repite: se impone la violación de los derechos constitucionales de la clase pasiva, en tanto que sus actos se topan recurrentemente con la desprotección por parte de la Justicia hacia ella.

Es válido suponer que la Señora Presidente, al vetar la tan reclamada ley del 82% móvil, conocía de antemano que su madre litigaba contra ANSES para reclamar aquello que ella misma vetaba, en perjuicio del resto de los jubilados argentinos. Aquí cobra forma el descaro del Poder Ejecutivo, en lo que hace al respeto y la observancia de lo mandado en nuestra Constitución Nacional.

Ofelia Esther Wilhelm, la afortunada madre de la Presidente Cristina FernándezNo representa misterio para nadie que, desde hace ya bastante tiempo, la ANSES ha sido tomada por asalto, despilfarrándose los recursos que allí se encontraban para brindar una cobertura eficaz a los jubilados; pero el kirchnerismo ha utilizado al organismo para financiar su propia política partidista. Lo que más indigna frente a esta escandalosa maniobra no es el reclamo de la madre de la Presidente, buscando amparo en la Justicia. Sí es insólito que a la mencionada Señora le llevara menos de tres años de litigio recuperar aquello que, por derecho, le correspondía. En el caso referido, no existió apelación por parte de la ANSES regenteada por Diego Bossio. Y los tiempos de resolución se presentaron comparativamente mucho menores a los que deben tolerar millones de jubilados argentinos.

A este respecto, ¿por qué esos millones de referentes de la clase pasiva nacional acusan tiempos de espera que superan los 15 años de litigio, en tanto que sufren de permanentes chicanas de parte de ANSES? Todo ello, mientras a la madre de Cristina Fernández Wilhelm solo le llevó un total de tres años lograr un reajuste sobre sus haberes y recibir el correspondiente pago retroactivo.

La señora Ofelia Wilhelm, a la luz de su pretendido altruismo de donación para un hospital de la ciudad de La Plata, no ha podido ni puede disimular la evidente desprolijidad de su caso. Menos puede hacerlo, frente a la falta de respeto que ello representa para cientos de miles de jubilados que se encuentran a la espera de un resarcimiento similar. Estos millones de jubilados no exigen la solución de sus problemas para optimizar su calidad de vida: deben hacerlo para garantizarse su supervivencia.

ANSES y su director, Diego Bossio, en comprobada alianza con un magistrado, han logrado paralizar miles de juicios en la Segunda Instancia de las Cámaras de la Seguridad Social, a través de la utilización de recusaciones sin causa, planteo de nulidades, denuncias, etc. En los juzgados citados, existen cuatro jueces recusados sobre un total de nueve que allí se desempeñan. La consecuencia del proceder de ANSES es lógica: la paralización de expedientes se aguda en su parálisis, día a día. Las pérdidas de tiempo, sumada a las edades de los actores de dichos expedientes, son factores que determinarán la muerte de muchos de esos jubilados.

La clase pasiva de todo el país se pregunta: ¿dónde están los pactos internacionales que protegen sus derechos y que tienen jerarquía supraconstitucional? ¿Cuál es el compromiso asumido por ANSeS y el estado argentino ante la Comisión Interamericana de Derechos Humanos en Noviembre de 2009, de no apelar sentencias ni de obstruir el normal funcionamiento de la Justicia en perjuicio de los ancianos y de pagar las deudas que tiene con ellos? ¿Sirve de referencia el Artículo 16 de Constitución Nacional de igualdad ante la ley en estos casos? Brillan por su ausencia las respuestas coherentes por parte de quienes ejercen el poder político.

El dinero de los Jubilados sirve para todo, para obsequiar notebooks a estudiantes, va a parar al Fútbol para todos, el aprovechamiento político de la Asignación Universal por Hijo, etc. Los fondos de la clase pasiva argentina financian miles de empleados de La Cámpora, con salarios que van desde cuatro hasta quince haberes mínimos jubilatorios... Ahora, la plata de ANSES se aprovecha hasta para hacer "donaciones" a los hospitales. Ese dinero se utiliza para absolutamente cualquier cosa... menos para su destino original: nuestros viejos.

Con todo, existen aquellos que pretenden hacernos creer que aún se respetan los derechos humanos a rajatabla en nuestro país. Nada más alejado de la realidad.


Por Rubén Gioannini, para El Ojo Digital Jubilados
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Por Rubén Gioannini, para El Ojo Digital Jubilados