ESTADOS UNIDOS: POR JAMES CARAFANO, JESSICA ZUCKERMAN Y MATT MAYER

Terrorismo doméstico: 41 complots frustrados

El 28 de septiembre, Rezwan Ferdaus, un ciudadano de Estados Unidos de 26 años de edad, fue detenido bajo tres cargos, incluyendo el intento de proporcionar apoyo material y recursos a una organización terrorista extranjera.

08 de Octubre de 2011

Habiéndose autoradicalizado online, el hombre de Massachusetts había modificado un teléfono celular destinado a servir como detonador de un artefacto explosivo improvisado y se lo había entregado a un agente encubierto del FBI -creyendo que era un operativo de al-Qaeda-. Ferdaus pretendía que el artefacto detonador fuera utilizado para matar a soldados de Estados Unidos en el extranjero.

Además de su complot internacional, Ferdaus buscaba atacar objetivos en territorio americano, en concreto el Pentágono y el Capitolio. Con el propósito de aterrorizar a Estados Unidos, “decapitando” sus centros militares y asesinando a tantos infieles como fuera posible, Ferdaus trató de utilizar pequeños aviones no tripulados para dejar caer explosivos en los dos objetivos. El asalto aéreo sería seguido por un atentado en tierra con seis hombres, fusiles automáticos de asalto y granadas.

El ataque se frustró gracias a la labor de las fuerzas públicas del orden, la Oficina de Alcohol, Tabaco, Armas de Fuego y Explosivos (ATF) y el FBI. Si se le encuentra culpable, Ferdaus se enfrentará a una cadena de 15 a 20 años de prisión por cada uno de los tres cargos. Su arresto marca por lo menos el 41º complot terrorista frustrado en contra de Estados Unidos desde el 11 de septiembre.


Una amenaza constante de cosecha propia

Al menos se han frustrado 41 complots públicamente conocidos de terrorismo de inspiración islamista contra Estados Unidos desde el 11 de septiembre. De estos 41 complots, en 29 han participado uno o más ciudadanos americanos. Al igual que Ferdaus, quien afirmó que se sintió atraído a la yihad después de visitar páginas web yihadistas y videos en Internet, muchos de estos terroristas de “cosecha propia” se radicalizaron a través de la web.

Ya no es necesario que los aspirantes a terroristas asistan a campamentos de entrenamiento terrorista en persona. En su lugar, cualquier persona con una computadora y acceso a Internet se puede conectar con el inmenso despliegue de material islamista en la red. Hoy, al-Qaeda y otras organizaciones terroristas hacen uso de videos y salas de chat para radicalizar y reclutar personas, así como del correo electrónico, grupos LISTSERV, servicios móviles de Internet, revistas online, navegadores web autónomos que dirigen a los usuarios exclusivamente a material islamista, foros en la red que incluyen manuales de entrenamiento e instrucciones para evitar la detección en Internet, videojuegos e incluso bibliotecas en la red. Estas nuevas formas de comunicación online se utilizan como herramientas para reclutamiento, motivación, recaudación de fondos, educación y formación –y suponen una creciente amenaza para Estados Unidos.


Frustrar el próximo atentado terrorista

La forma de radicalización en este reciente complot no es nada nuevo. Sin embargo, todavía se pueden aprender importantes lecciones, por ejemplo, que incluso las amenazas de cosecha propia y las del “lobo solitario” se pueden detener con unas buenas fuerzas de seguridad y de inteligencia. Con el fin de impedir el próximo atentado terrorista, Estados Unidos debería:

Mantener las herramientas contraterroristas esenciales. Respaldar las importantes herramientas de investigación tales como la Ley PATRIOT es esencial para mantener la seguridad de Estados Unidos y luchar contra las amenazas terroristas. Disposiciones claves dentro de la ley, tales como la autoridad para vigilancia itinerante y la disposición para acceder a documentos de las empresas han demostrado ser esenciales para frustrar planes terroristas, sin embargo aún requieren una nueva autorización cada año. Con el fin de asegurarse de que las fuerzas de seguridad y de inteligencia tengan las esenciales herramientas contraterroristas que necesiten, el Congreso debería solicitar la autorización permanente de las tres disposiciones claves de la ley para que no prescriban automáticamente.

Precisar el marco doméstico contraterrorista. Las iniciativas de cooperación entre la policía local, la ATF y el FBI fueron esenciales para frustrar este plan antes de que el público americano estuviese alguna vez en peligro. Para ayudar en las futuras iniciativas, Estados Unidos debería distribuir adecuadamente las funciones y responsabilidades entre los gobiernos federal, estatal y local basándose en sus recursos (por ejemplo, dinero, gente y experiencia). Con el fin de precisar el marco doméstico contraterrorista, el presidente debería emitir una orden ejecutiva estableciendo uno que articule claramente cómo deberían funcionar las operaciones de inteligencia a todos los niveles para combatir el terrorismo al tiempo que se mantienen seguros y libres a los ciudadanos.

Examinar las brechas en el intercambio de información. Las iniciativas para incrementar el intercambio de información entre Estados Unidos y sus aliados y al mismo tiempo mejorar la comunicación interinstitucional entre los Departamentos de Estado, Justicia y Seguridad Interior y las agencias de inteligencia son vitales para proteger de la constante amenaza terrorista a Estados Unidos. Mayores iniciativas en el intercambio de información amplificarían la eficiencia y la mejora del tiempo de respuesta en el campo del contraterrorismo. Sin embargo, con demasiada frecuencia, el intercambio de información realmente no contribuye a la comunicación entrecruzada sino que permite a los gobiernos estatales y locales simplemente mandar información al gobierno federal – pero no intercambiarla. No se debería permitir que continúe esta brecha en el intercambio de información.


Son necesarios mayores esfuerzos

Se han frustrado al menos 41 complots terroristas contra Estados Unidos desde el 11 de septiembre. La policía local de Massachusetts, la ATF y el FBI han funcionado bien coordinando sus iniciativas y frustrando este último complot. Sin embargo, son necesarias iniciativas de mayor envergadura para ayudar a combatir a la contínua amenaza terrorista. Frustrar el próximo atentado terrorista exige dedicación tanto del Congreso como de la administración para asegurar que las fuerzas de seguridad y de inteligencia cuenten con los recursos que necesitan.
 

* El Dr. James Carafano es vicedirector del Instituto de Estudios Internacionales Kathryn y Shelby Cullom Davis y director del Centro Douglas y Sarah Allison para Estudios de Política Exterior, una división del Instituto Davies; Matt A. Mayer es investigador invitado y Jessica Zuckerman es asistente de investigación del Centro Allison para Estudios de Política Exterior en la Fundación Heritage.
 
Por James Carafano, Jessica Zuckerman y Matt Mayer - The Heritage Foundation / Heritage Libertad